DISEÑANDO TU MARCA PERSONAL

¿Qué idea o sensación te viene a la cabeza cuando observas la imagen del logotipo de Mercedes Benz? ¿Y cuando contemplas el emblemático logo de Starbucks? ¿Qué evoca en ti la tan famosa y conocida manzana de Apple? ¿Y la palomita de Nike?
Los especialistas en mercadotecnia saben del gran impacto que la imagen de un producto tiene sobre la venta. Saben que para posicionarlo en el mercado es primordial manejar una buena estrategia; desde el diseño de su logotipo, su empaque y obviamente su campaña publicitaria. Así lo han hecho miles de las empresas líderes exitosas a nivel mundial: Coca Cola, McDonald’s, Adidas, Apple, Google, IBM, Corona, Zara, H&M, etc.
En el caso del posicionamiento de un producto, servicio o negocio, el diseño de la marca es importante. De igual forma, lo es la imagen de cada persona que forma parte de él. Para ellos, es primordial adoptar esta exitosa estrategia: invertir esfuerzos en el diseño de su marca personal.
Según Wikipedia: “La marca personal, en inglés Personal Branding, es un concepto de desarrollo personal consistente en considerar a determinadas personas como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. Surgió como una técnica para la búsqueda de trabajo.”
Obsérvate cuidadosamente en el espejo, de pies a cabeza: ¿Si tu imagen fuera un logotipo, que mensaje estarías enviando a tus clientes? ¿Qué sensaciones evocarías en los demás solo de ver esa imagen que sale del espejo, que en tu caso, sería tu propio “logotipo personal”? ¿Cuáles serían las palabras con las que te describirían tus clientes si tu fueras una marca comercial?
Nos guste o no, somos juzgados o “catalogados” por la primera impresión que causamos a nuestros clientes. La imagen que proyectas tiene una gran influencia en el desenlace de tu venta o negociación. Crear tu marca personal implica ir manejando deliberadamente el impacto que causamos en los demás a través de nuestra imagen personal. Conlleva también ir creando asociaciones fuertes y favorables de ti mismo en las mentes de aquellos con los que interactúas. Esto implica ir alineando la imagen que proyectas con el mensaje que tu realmente quieres transmitir.
Si tú no participas activamente en este proceso, serán las mismas personas las que saquen sus conclusiones y asociaciones mentales sobre tu persona y te etiquetarán de acuerdo a sus propias percepciones.
El primer paso para posicionar un producto es conocerlo y entenderlo. En este caso tú eres tu propio “producto a posicionar”. Empieza definiendo quién eres, cuáles son tus fortalezas y habilidades y cómo ponerlas a trabajar para tu ventaja.
- ¿Cuál es el mensaje personal y profesional que estás enviando a través de tu manera de vestir? ¿A través de tu manera de hablar? ¿A través de tu manera de comportarte? Analiza cada una.
- ¿Cómo te gustaría que los demás te percibieran y te describieran al recomendarte?
- ¿Qué te distingue de tus colegas?
- ¿Cuáles son tus metas profesionales?
Ahora define lo que buscas comunicar a través de tu imagen. Utiliza palabras como: profesionalismo, responsabilidad, credibilidad, seriedad, congruencia, compromiso, formalidad, seguridad, accesibilidad, formalismo, confiabilidad, etc.
¿El mensaje que estás enviando hoy en día a través de tu imagen está alineado con tus metas profesionales y con el mensaje que quieres enviar realmente?
¡Nunca es tarde para empezar!
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